Estaba aburrido de todo el día hacer lo mismo, no hacía mas que ayudar en casa a todo lo que podía pero necesitaba tiempo para distraerme, no faltaba mucho para las cosechas y tampoco estaba del todo tranquilo, mi nombre estaba al menos unas 20 veces dentro de la urna y era probable que esta vez no tuviera suerte en ellas. Pensaba en lo que me esperaría si salía de tributo, si no era lo suficientemente listo moriría y si era muy listo viviría de riquezas como siempre lo había soñado, los profesionales corren el riego por eso, solo buscan ser ricos aunque a ellos no les falte nada.

Salí al parque que no estaba muy lejos de mi casa y me senté en una banca no lejana, observaba a todos y por más que quisieran no podían ocultar el miedo de las cosechas, a todos nos tenían nerviosos. Estaba inmerso en mis pensamientos cuando vi pasar a una chica, la había visto en la escuela íbamos me parece en el mismo salón de clase.
-Hola Ever- dije sonriéndole con la intención de iniciar una plática con alguien que no fuera de mi familia.